Hay algo que no se entiende.
Cuando anunciaron a
las tantas de la noche:
" Homenagem a Mercedes Sosa, que morreu hoje em Buenos Aires"
quería ser extranjera en mi lengua nativa.
Hay cosas que no deberían morirse.
Hay cosas que seguro no mueren.
“Está señora, la Negra,
¿quién ha permitido que se fuera tan pronto?”
Preguntamos sin norte al norte de donde vino.
La visitante incómoda
que recibiremos, todos, un día…
la encontró.
Porque todo cambia, por eso se habrá ido la encantante.
Para que las cenizas se vuelvan flores y después semillas
y otra vez flores.
Pero en un rato,
se pone uno fuerte,
si se le permite que en el recuerdo
suene la voz que mismo en silencio
no se callará.
"Dejále que duerma"
como Alfonsina.
Seguiremos escuchándola,
en el corazón libre,
en el inconsciente colectivo.
Pues que no se calle lo que nos (en)cantó:
Libertad, justicia y su amor de cordillera.
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